Nosotros estuvimos en un piso 14 de un edificio de 16. La capacidad del ascensor era de 10 personas y 800 kilos.
Todas las mañanas se llenaba y, casualidad, el último para entrar siempre coincidía que era gordo.

Creo que le tenía que haber dicho, echas el aire y entras, ya sabes, para pesar menos, pero no hubiera quedado muy bien, sobre todo si lo hubiera echado.
Había que buscar un horario fuera de las horas punta ya que la fila podía ser hermosa.
Una señora comentó que había subido los 14 pisos andando y que aún tenía agujetas en las piernas.
Una de esas veces en que sobrepasábamos el peso, el ascensor no echaba a andar, un señor dijo, este es como la burra que tenía mi padre, si le cargabas demasiado se tumbaba y no había quien la levantase.
Otro día, se abrió el ascensor abajo y había un señor dentro recogiendo del suelo cartas de una baraja, le dije, marcando las cartas eh? y me contestó, siguiendo la broma, sí,sí las estaba preparando ja ja !!