

También habilitó el fondo de la embarcación para que se viera el fondo del mar.

Después cuando ya se supo que habían llegado al embarcadero los franceses, nos fuimos hacia el puerto de los Gigantes.
El mar estaba mucho más agitado que a la ida. El patrón tuvo que deducir la velocidad de la barca porque casi entraba agua.
Os adjunto el vídeo de la entrada, a la vuelta, en el puerto deportivo de los Gigantes. En él nos cruzamos con otra embarcación que iba en busca de los famosos franceses.