Nos quedamos a tomar un vino a la vuelta de Masca. El camarero del bar en el que estuvimos era saharaui, al comentarle que vivíamos en Donostia, nos dijo que el pueblo vasco era el que más colaboraba con su causa. Que había vivido dos años en Vitoria y que al ir la cosa de trabajo mal se había ido a Tenerife. Nos recordó que el terreno de su pais sigue siendo español, pero la soberanía marroquí. Que el gobierno español no se atrevía a dejar que se autodeterminaran porque Marruecos reclamaría Ceuta, Melilla y las Canarias. (La marcha verde) Nos estábamos sacando una foto entre nosotros y se ofreció a hacerla él.
El señor que nos alquiló el coche nos comentó que de los Gigantes lo más bonito era el atardecer y hay que reconocer que tenía razón, no hay más que ver el vídeo.